Actualmente, el país produce 764.000 barriles diarios, una cifra que se aproxima al récord histórico de 847.000 barriles por día alcanzado en 1998. Este progreso se debe principalmente a la productividad de Vaca Muerta.
La clave de este crecimiento reside en Vaca Muerta. La extracción no convencional de esta cuenca neuquina está experimentando un notable crecimiento interanual del 24%. Este impulso es fundamental porque permite compensar el declino del 5% que aún registra la producción de petróleo convencional en el país.
Los datos específicos resaltan la relevancia de Vaca Muerta. Según cifras de marzo, de los 764.000 barriles diarios producidos en total, 446.000 barriles provinieron directamente de Vaca Muerta. Esto significa que esta formación no convencional aporta más del 58% de la producción total de petróleo de Argentina.
El crecimiento de Vaca Muerta fue extraordinario en poco tiempo. Mientras que en 2021 producía 280.000 barriles diarios, se espera que para finales de este año alcance los 580.000 barriles. Esto representa una duplicación de su producción en solo cuatro años, un logro significativo incluso en un contexto de volatilidad económica y "cepo cambiario".
En cuanto al destino de la producción, el sector canaliza alrededor de 500.000 barriles diarios al consumo interno, principalmente para abastecer de nafta y gasoil al país. El volumen restante, aproximadamente 210.000 barriles por día, se destina activamente a la exportación.