En el corazón del Parque Comfama de Rionegro, Antioquia, se encuentra un verdadero tesoro botánico: el “árbol raro”, cuyo nombre científico es Licania Salicifolia Cuatrecasas. Este extraordinario ejemplar es endémico de Antioquia, lo que significa que no existe de forma natural en ninguna otra parte del planeta. Se estima que este venerable árbol está en este lugar hace más de 500 años.
La historia de este árbol singular es celosamente custodiada por la familia Ortiz, especialmente por Jorge, quien heredó de su padre, Miguel Ángel Ortiz, el compromiso de su protección y reproducción. Gracias a la dedicación y paciencia de Jorge, se logró reproducir un nuevo ejemplar después de diez años de arduo trabajo. Este esfuerzo subraya la importancia del legado familiar en la conservación de nuestro patrimonio natural.
A pesar de su longevidad, el “árbol raro” enfrenta serias amenazas. Su crecimiento es extremadamente lento, avanzando apenas 1 cm por año. Hoy en día, se le considera una especie en vía de extinción y forma parte de la Lista Roja de Especies Amenazadas desde 2022. Aunque en 2024 produjo 500 semillas, la fertilidad de estas es incierta, lo que podría ser un indicio de su avanzado envejecimiento.
La existencia de este árbol único es una poderosa reflexión sobre la necesidad de cuidar nuestra biodiversidad y el invaluable papel de las personas que dedican sus vidas a su preservación. La historia del Licania Salicifolia Cuatrecasas es una fascinante combinación de ciencia, patrimonio natural y un legado familiar comprometido con la conservación.