La derogación de la ley de alquileres ha generado nuevas expectativas en el mercado inmobiliario, con un aumento en la oferta de propiedades y una alza en las operaciones de compraventa. Sin embargo, antes de decidir invertir en un inmueble para alquilar, es esencial comprender los impuestos que deben afrontar los propietarios, ya que estos pueden reducir significativamente la rentabilidad esperada. En este nuevo panorama, los impuestos a pagar son un factor clave para determinar si el alquiler es una opción rentable.
Uno de los principales impuestos a considerar es el IVA. Dependiendo de la situación del propietario, el alquiler de una propiedad puede estar exento o sin IVA. Si el propietario es monotributista, el alquiler está exento independientemente del uso que se le dé a la propiedad. En cambio, si el propietario es responsable inscrito, el alquiler será exento solo si el inmueble se destina a la vivienda familiar, pero deberá abonar el IVA en otros casos. Conocer la figura tributaria del propietario es crucial para entender cómo impactará este impuesto en sus ganancias.
El Impuesto a las Ganancias también es relevante para los propietarios que no son monotributistas. Este tributo se aplica a los ingresos generados por el alquiler, y las alícuotas pueden oscilar entre el 5% y el 35%, dependiendo del monto de la renta. Para los propietarios inscritos en el régimen general, este impuesto podría afectar considerablemente la rentabilidad. Además, se aplican deducciones tanto para el propietario como para el inquilino, lo que puede aliviar en parte la carga impositiva.
Por último, el Impuesto sobre los Ingresos Brutos es un tributo provincial que varía según la jurisdicción del inmueble. En algunas provincias, los ingresos por alquileres de hasta tres unidades están exentos de este impuesto, siempre que el alquiler no supere un monto determinado por meses. Sin embargo, si se superan estos límites o si el propietario no encuadra en las exenciones, deberá abonar una alícuota que puede llegar al 1,5%. Es fundamental que los propietarios estén al tanto de las normativas locales para evitar sorpresas a la hora de pagar impuestos.
En resumen, aunque el mercado de alquileres se muestra prometedor tras la derogación de la ley, los propietarios deben tener en cuenta los diversos impuestos que impactan en la rentabilidad de sus inversiones. Conocer la normativa y registrarse adecuadamente en los organismos fiscales es esencial para maximizar las ganancias y evitar inconvenientes impositivos.