¿Adiós al mate de calidad? Flexibilizaron los controles sobre la producción de la yerba

El Instituto Nacional de la Yerba Mate derogó normas históricas y eliminó sanciones por incumplir estándares de calidad en la producción.
24 de diciembre 2025, 7:45hs

El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) avanzó en una profunda reforma de su marco regulatorio y dejó sin efecto normas históricas que imponían condiciones de calidad en la producción de la hoja para consumo. La medida se formalizó mediante la Resolución 146/2025, que modifica el régimen sancionatorio y concentra al organismo en el control de calidad, trazabilidad y salubridad, sin intervenir en la formación de precios.

Entre los cambios más destacados, la derogación de la Resolución 15/2003 elimina las sanciones por exceso de palo, presencia de contaminantes, semillas o elementos extraños en la yerba, y por prácticas prohibidas durante la cosecha y el transporte del producto. También quedan sin efecto las restricciones sobre higiene, seguridad, secanza y almacenamiento, así como la prohibición del reprocesamiento del palo considerado subproducto no apto para consumo.

El Gobierno de Javier Milei ya había avanzado en la desregulación del precio de la yerba mediante el Decreto 812/2025, que confirma que el INYM no tendrá potestad para fijar un precio de referencia por kilo, medida que ratifica decisiones previas del mega DNU 70/2023 y que había sido judicializada. Según las autoridades, el objetivo es “modernizar” el organismo y evitar distorsiones en los precios, dejando que el mercado determine el valor de la materia prima.

Los especialistas advierten que esta flexibilización puede profundizar la crisis de los productores, quienes quedan expuestos a la libre formación de precios sin un mínimo garantizado. Al mismo tiempo, preocupa a consumidores y sectores de calidad alimentaria, ya que la yerba producida podría no cumplir con los estándares tradicionales que aseguran pureza y seguridad.

La medida genera un nuevo escenario en el mercado yerbatero, donde la regulación estatal se limita a aspectos sanitarios y de trazabilidad, pero deja libre la competencia y la formación de precios. El debate sobre la calidad de la yerba y la protección de los productores promete mantenerse durante 2026, mientras los consumidores observan con atención las primeras cosechas bajo este nuevo esquema.

MÁS LEÍDAS

Te puede interesar