La separación de Wanda Nara y Mauro Icardi trajo consigo una disputa inesperada: el destino de sus mascotas. Los animales que quedaron en Turquía, incluyen perros y gatos, quedaron en una guardería en Estambul, generando preocupación en las hijas de la pareja, quienes están acostumbradas a su compañía. La situación plantea interrogantes sobre cómo se resuelven legalmente estas disputas, en un contexto donde los animales son considerados "cosas" por el Código Civil y Comercial argentino.
La abogada Claudia Yanina Mesa Furnier, directora del Instituto de Derecho Animal, explica que, aunque la ley no los considera seres sintientes, los tribunales están aplicando criterios del derecho de familia para decidir sobre su tenencia. Ante la falta de legislación específica, se recurre al "régimen de comunicación", similar al de los hijos, para establecer un sistema de visitas o cuidado compartido. Como comenta la abogada, "En este contexto se puede pedir lo que son actualmente lo que se considera como régimen de comunicación". En el caso de Wanda e Icardi, esto podría significar que las hijas tendrían un régimen de visitas para estar con sus mascotas, aunque se encuentren en otro país.
Sin embargo, el traslado de los animales desde Turquía plantea desafíos adicionales, "tampoco es muy fácil trasladar animales de un país a otro. Hay países que tienen restricciones de acuerdo a las vacunas y demás". Además, existen consideraciones sobre el bienestar de los animales, especialmente aquellos de razas braquicéfalas, como algunos perros, que pueden tener dificultades durante vuelos largos. Se debe verificar si “hay algún problema referente a lo de la raza, hay que consultar obviamente a un veterinario o a un especialista para evitar que sufra todo tipo de daño alguno de ellos”.
Además de la logística, está el tema de los gastos de manutención. Según Mesa Furnier, "de la misma forma en que se trata los alimentos para los hijos", los costos de veterinario, comida y accesorios deben ser compartidos por las partes. Esta situación es especialmente relevante en un contexto de separación conflictiva, donde, como se menciona en la entrevista, "cuando una pareja se termina, uno de los dos lo único que quiere es hacerle daño al otro".
En definitiva, el caso de los animales de Wanda e Icardi pone de manifiesto la necesidad de una legislación más clara que proteja los derechos de los animales en situaciones de separación. Mientras tanto, la resolución de estas disputas queda en manos de la buena voluntad de las partes y la intervención de un juez, tal como indica Mesa Furnier, “legislación no existe. O sea, ustedes me preguntan en dónde está escrito esto. En ninguna parte.”. La situación actual es “compleja porque como para que ustedes tengan en cuenta, legislación no existe.”