Desde el pasado viernes la Unión Tranviarios Automotor del Chaco convocó a un paro por tiempo indeterminado debido a la falta de pago de las compensaciones a las empresas de transporte. Desde el gremio aducen que la medida sólo reivindica un reclamo legítimo ya que impacta directamente en los salarios y por lo tanto en la economía familiar de los trabajadores del transporte.
Como cada inicio de mes, el paro de transporte afecta inmediatamente a los usuarios que deben barajar alternativas para viajar, en algunos casos, a esto se suma el aumento oportunista del servicio de remises o incluso el uso de "moto-taxi".
Lo cierto es que la disputa se da en el marco de un cambio de gestión en los tres estratos de gobierno, nacional, provincial y municipal. Esto a su vez deja la incertidumbre sobre las políticas públicas en cuanto a transporte que tomen los nuevos funcionarios más allá de las buenas voluntades. En el medio, hubieron dos audiencias públicas por el costo del boleto en las que la convocatoria mínimamente puede calificarse de lastimosa a pesar que los números que se estipulan son exacerbados y muy ajenos a la realidad del bolsillo del vecino de a pie.
La falta de pago por parte del gobierno, el lavado de manos desde empresarios, el paro de trabajadores y la intimación a acatar una conciliación obligatoria que aparece como un parche es la fotografía de este fin de semana como cada mes. Lo cierto es que de nuevo los usuarios se encuentran como rehenes en la disputa entre trabajadores, empresarios y gobierno. Un inicio de mes que poco a poco se va tornando común.
Aparentemente lo único que queda es esperar a ver cómo se resuelve la situación en el arranque de la semana. Mientras tanto, el paro es un hecho.