Un 24 de junio del año 2000, falleció a sus 27 el cantante de cuarteto Rodrigo Alejandro Bueno, uno de los máximos exponentes del género hasta el día de hoy.
Conocido como "El Potro" o simplemente Rodrigo, nació en la capital del cuarteto el 24 de mayo de 1973 en la ciudad de Córdoba, como hijo mayor del matrimonio entre Eduardo Alberto Bueno, productor musical, y Beatriz Olave, compositora y trabajadora de una empresa editorial. Años después llegarían Flavio y Ulises, quien siguió sus pasos en los escenarios.
Desde muy temprana edad Rodrigo ya probaba su suerte en la industria musical y de espectáculo; con apenas dos años de edad hizo su primera aparición en público en el programa "Fiesta de cuarteto", junto a Juan Carlos "La Mona" Jiménez. A los 5, grabó un disco de canciones infantiles, titulado "Disco Baby", para luego colaborar con la banda Chébere. Para los 12 había dejado el colegio para probarse en la banda Manto Negro.
Finalmente, decidió concentrarse exclusivamente en el cuarteto, firmando contrato con Magenta Discos, la compañía con la que trabajó hasta el final, y que le concedía apenas el uno por ciento de las ganancias por las ventas de sus exitosos discos.
"Lo mejor del amor" fue su primer lanzamiento, que inmediatamente se convirtió en un hit nacional, la fama le llegó con la misma velocidad, instalándose en las pantallas de TV. Debido a su éxito y popularidad, ganó su primer premio, el premio ACE al Mejor Artista Musical. El siguiente fue "La leyenda continúa", que llegó a ser disco de oro certificado por CAPIF, y continuó con "Cuarteteando".
No se quedó allí, ya que en 1999, Rodrigo lanzó "A 2000", un disco que fue certificado como cuádruple disco de platino y se convirtió en tema de una gira que comenzó en el Teatro Astral y que finalizó al año siguiente en el Luna Park, estadio donde ofreció trece (13) conciertos consecutivos con las entradas agotadas.
En la temporada veraniega del 2000, Rodrigo realizó una gira de 49 conciertos con la que visitó gran parte de la costa argentina, llegando a tocar para casi 100 mil personas e Mar del Plata. En abril de ese año también llenó en trece ocasiones el estadio cubierto Luna Park, lo que se convirtió en un récord para el recinto.
Sin embargo, la extrema agenda del cantante le pasó factura, ya que el estrés que le ocasionaba completar más de 25 shows por semana lo acorraló hacia el alcoholismo.
Junto con ello, las disputas que comenzó a tener con Magenta Records lo llevaron a anunciar en el año 200 su retiro, a modo de protesta contra el abusivo contrato. Aunque sin defraudar a sus fanáticos en todo el continente, anunció que terminaría sus conciertos programados, incluyendo una gira de conciertos en Uruguay, Venezuela, Perú, Brasil, Chile, Puerto Rico y la ciudad de Miami en los Estados Unidos. Su última actuación en directo estaba fijada para 25 de diciembre de 2000, y se esperaba que llene el estadio de River.
El momento que paralizó un país
El 23 de junio de 2000, Rodrigo fue a la grabación del programa de televisión La Biblia y el Calefón presentado por Jorge Ginzburg, en Canal 13. Cuando terminó el espectáculo, a las 22:30, el cantante se fue a cenar en El Corralón, donde se encontró con Fernando Olmedo, hijo del fallecido comediante Alberto Olmedo, al cual invitó a su recital en la discoteca Escándalo en La Plata.
Ofreció una actuación de dos horas y media ante dos mil personas, y cuando terminó emprendió su regreso, a pesar de que Olmedo le pidió que se quedara más tiempo en el club para descansar.
De esta forma, la madrugada del 24 de junio del 200, Rodrigo viajaba junto a su ex esposa Patricia Pacheco, su hijo Ramiro, Fernando Olmedo, el músico Jorge Moreno y el locutor de radio Alberto Pereyra.
Durante el trayecto, su camino fue bloqueado por otro conductor, por lo que Rodrigo intentó perseguir al vehículo para adelantarlo otra vez. En el proceso, perdió el control de su camioneta, chocando contra una barrera y volcando el vehículo. En eso, el cuerpo de Rodrigo fue expulsado del vehículo por no llevar puesto el cinturón de seguridad, lo que le ocasionó la muerte. Rodrigo y Fernando Olmedo perdieron la vida. Los demás acompañantes sobrevivieron.
Sus obras permanecen vigentes hasta el día de hoy, donde sus canciones siguen alegrando las fiestas a lo largo del territorio argentino. Y su identidad sigue siendo atesorada, a tal punto que su vida fue inmortalizada en la película El potro, lo mejor del amor en 2018, y recientemente se ha vuelto viral una versión de Cabildo y Juramento cantada por Rodrigo, a partir de una IA.
