El Sumo Pontífice expresó su profunda tristeza ante el rechazo de Rusia a una tregua en el conflicto con Ucrania, insistiendo en que "ojalá nos escuchen" para lograr un respiro en las hostilidades.
Durante su jornada de descanso y trabajo, el Papa fue recibido con villancicos y obsequios de la comunidad local antes de abordar temas de la agenda internacional ante la prensa. En relación al Medio Oriente, destacó la visita del cardenal Pizzaballa a Gaza y manifestó su esperanza de que el acuerdo para el cese del fuego siga avanzando, permitiendo a los fieles celebrar a pesar de la precariedad.
Sin embargo, el tono del Pontífice cambió al referirse a la situación en Estados Unidos, donde expresó su profunda decepción por la aprobación de la ley de suicidio asistido en Illinois. León XIV reveló que había sido "muy claro" sobre la sacralidad de la vida en una audiencia previa con el gobernador de dicho estado, lamentando que finalmente se decidiera firmar el proyecto de ley.
Ante estos escenarios de guerra y decisiones legales, el Santo Padre invitó a reflexionar sobre el valor de la vida humana, recordando que Dios se hizo humano para mostrar el verdadero significado de vivir. Su mensaje navideño instó a que el respeto por la existencia vuelva a crecer en todos sus momentos, desde la concepción hasta la muerte natural.
Finalmente, el Papa subrayó que la Navidad es una oportunidad para entender que cada vida es sagrada, buscando que la oración y la acción política converjan en la protección de los más vulnerables en todas las latitudes.
