Cada 11 de noviembre se celebra el Día del Soltero, una fecha que nació en la década de 1990 en China como una forma de reivindicar la soltería y el amor propio frente a la presión social por casarse. Lo que empezó como una iniciativa estudiantil pronto se transformó en una jornada que combina reflexión, independencia y, con el tiempo, un fuerte componente comercial.
El origen se remonta a 1993, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Nanjing decidió crear un día para celebrar la satisfacción de estar solo. En un contexto cultural donde el matrimonio era considerado una obligación, especialmente para las mujeres, la propuesta buscó eliminar estigmas y valorar la soltería como un estado legítimo y libre.
La elección del 11 de noviembre no fue casual: los cuatro números “1”, alineados como figuras individuales, simbolizan a personas solas y funcionan como una metáfora visual del individualismo y la independencia. Con el tiempo, la idea trascendió fronteras y empezó a circular en redes sociales como una fecha para compartir mensajes de autocuidado, autoestima y bienestar emocional.
La expansión internacional del Día del Soltero tuvo un punto de inflexión en 2009, cuando la empresa Alibaba convirtió el 11/11 en el mayor evento de compras del planeta. Desde entonces, la fecha combina dos dimensiones: la celebración personal de la soltería y un masivo movimiento comercial con descuentos, promociones y actividades de entretenimiento.
En China, además del consumo, es habitual que los solteros se reúnan con amigos, participen de karaokes, intercambien regalos o disfruten de platos tradicionales como los “youtiao”. Así, aquella ocurrencia universitaria se consolidó como una fecha global que reivindica el orgullo de estar solo y celebra la libertad de elegir.
