La invitada fue la licenciada Ivana Buittoni, Lic. en psicología MP 943, especialista en salud mental, quien compartió su mirada profesional sobre los procesos que atraviesan las víctimas y la importancia del acompañamiento terapéutico.
“Cada caso es distinto, aclaró Ivana. Las secuelas que deja un vínculo violento dependen de los recursos personales, del contexto y de cómo se dio esa relación. Pero en general, después de salir de una situación así, las personas sufren estrés postraumático, depresión o desconfianza. Es un proceso complejo de reconstrucción emocional.”
La psicóloga remarcó que la terapia no debe entenderse como una obligación, sino como una herramienta para sanar. “No se trata de un deber. Decir que la víctima debe ir a terapia puede generar culpa. Hay que darle tiempo y espacio para procesar lo vivido. El tiempo solo no cura; lo que ayuda es elaborar lo que pasó, resignificarlo y recuperar la autonomía.”
Durante la entrevista, Buittoni también habló sobre la relación entre las adicciones y la violencia. “En muchos casos, el consumo agrava los comportamientos violentos. No siempre la persona busca dañar, sino que la urgencia del consumo la lleva a situaciones límite. Por eso es clave el acompañamiento tanto del paciente como de su familia, porque el sufrimiento atraviesa todo el entorno.”
Por último, la especialista destacó la importancia de las redes de apoyo. “Sentirse acompañado es fundamental. Hablar con otros que pasaron por lo mismo permite romper el aislamiento y entender que se puede salir. Espacios como los grupos de apoyo o los talleres de reconstrucción emocional ayudan a recuperar la autoestima y volver a confiar.”
