El gobierno de Javier Milei habilitó la compra y tenencia de fusiles semiautomáticos por parte de civiles, bajo un régimen especial de control a cargo del Registro Nacional de Armas (RENAR). La medida, publicada en el Boletín Oficial, reemplaza la prohibición que regía desde los años noventa por un sistema de permisos con condiciones estrictas.
Según la resolución, los legítimos usuarios y las entidades de tiro podrán acceder a armas semiautomáticas alimentadas con cargadores de quita y pon —como fusiles o subametralladoras derivadas de modelos militares— siempre que cumplan con los requisitos de seguridad y justificación establecidos. El cambio implica una transformación del régimen de control, con foco en la trazabilidad y el uso deportivo.
Entre las exigencias se incluyen la identificación precisa del arma, la presentación de una declaración jurada, fotografías, documentación probatoria y la acreditación de un Sector de Guarda tipo G2 para el almacenamiento seguro. También se debe contar con al menos cinco años como legítimo usuario de armas condicionales, no tener sanciones pendientes y demostrar práctica deportiva en entidades habilitadas.
El Gobierno había avanzado en esta dirección en junio, cuando derogó un decreto de la gestión de Carlos Menem que impedía a civiles adquirir fusiles semiautomáticos. En aquel momento, solo se permitía su compra con autorización del Ministerio de Defensa, una posibilidad prácticamente inexistente hasta ahora.
Con la nueva disposición, el RENAR —bajo la órbita del Ministerio de Seguridad— asume la plena fiscalización de la Ley Nacional de Armas y Explosivos N° 20.429. El organismo será el encargado de evaluar cada solicitud, supervisar la trazabilidad de las armas y mantener un registro actualizado de los usuarios que accedan a este tipo de armamento.
