Osuna cuestionó duramente la acusación del Equipo Fiscal y las querellas. El letrado fue enfático al afirmar que "no hay una sola prueba que lo acerque a cualquier hecho ilícito a Emerenciano Sena".
El abogado comenzó su exposición rechazando los planteos de la Fiscalía y las querellas, señalando que "no hay pruebas que lo vinculen" a la colaboración en un hecho "tan grave y aberrante". Osuna defendió la imagen personal de su cliente, afirmando que conoció en su defendido "a un hombre empático y de bien" y que "no es lo que dicen, ese tal Hannibal Lecter".
El defensor también presentó una coartada laboral para el día del crimen, refutando la línea temporal de la Fiscalía. Osuna afirmó que Sena no salió a las 8 de su casa, sino a las 7:15 de la mañana, dirigiéndose al barrio "como toda persona trabajadora y de bien". El letrado sostuvo que existen cámaras que pueden dar cuenta de esa versión.
En su alegato, Osuna arremetió contra la figura del "plan común" planteada por la acusación, sugiriendo que parecería que ser parte del plan es simplemente salir temprano de casa. Además, insinuó una motivación política detrás del proceso, al sostener que "esta causa colaboró con este cambio de Gobierno", en referencia al poder económico y político del matrimonio Sena.
Finalmente, el defensor de Emerenciano pidió a los 12 jurados que analicen las pruebas "sin prejuicios", insistiendo en que no existe ningún elemento que comprometa a su cliente. Osuna cerró su exposición defendiendo a su representado como "un buen padre, un buen vecino y una buena persona", buscando sembrar dudas sobre la acusación de inexistencia de pruebas directas.





