El gobierno argentino anunció este miércoles 5 de febrero su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS), citando "profundas diferencias" en la gestión sanitaria del organismo. Esta decisión sigue una línea similar a la adoptada anteriormente por el expresidente estadounidense Donald Trump, máximo aliado del gobierno actual. El presidente Javier Milei, un ultraliberal que rechaza la agenda del progresismo, reafirmó su postura con un mensaje en su cuenta de X: "Afuera OMS...!!! Viva la libertad carajo".
El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que la medida se basa en las discrepancias en la gestión sanitaria, especialmente durante la pandemia de COVID-19, que resultó en "el encierro más largo de la historia de la humanidad". Además, cuestionó la falta de independencia de la OMS frente a la "influencia política de algunos Estados". El gobierno argentino argumenta que no permitirá que un organismo internacional intervenga en su soberanía, especialmente en temas de salud.
La decisión generó críticas por parte de diversos sectores de la oposición. Fernán Quirós, ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, señaló que "las políticas de coordinación sanitaria son indispensables en los períodos pandémicos que estamos viviendo". Otros opositores advierten que Argentina perderá acceso a la compra de vacunas a precios más bajos, la venta de vacunas producidas localmente, y que los profesionales de la salud se verán aislados de decisiones cruciales en el manejo de crisis sanitarias.
El gobierno de Milei argumenta que la OMS "promovió cuarentenas eternas sin sustento científico" y asesoró a un gobierno que implementó medidas que afectaron la economía y la libertad individual. A pesar de que se esperaba que Argentina aportara unos ocho millones de dólares a la OMS para su presupuesto de 2024-2025, el gobierno justifica la decisión indicando que no representa una pérdida de fondos ni afecta la calidad de los servicios de salud, sino que brinda mayor flexibilidad y disponibilidad de recursos.