Cada 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante, una efeméride proclamada por la Asamblea General de la ONU en el año 2000, con el objetivo de visibilizar los desafíos y adversidades que enfrentan los migrantes en el mundo. Esta fecha busca promover el intercambio de experiencias y oportunidades de colaboración entre países y regiones, ante las dificultades inherentes a la migración internacional.

El origen de este día se remonta a la adopción de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familias, en 1990, y a la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes de 2016, que comprometió a los países a proteger la seguridad, dignidad, libertad y derechos humanos de los migrantes.

La migración se produce por diversas razones, entre ellas la búsqueda de una mejor calidad de vida y el escape de situaciones como el hambre, el desempleo, los conflictos bélicos, las persecuciones políticas, religiosas o ideológicas, y los cambios climáticos. En muchos casos, los países desarrollados requieren mano de obra que difícilmente pueden cubrir con residentes locales, lo que genera oportunidades para los migrantes que buscan mejorar sus condiciones de vida.

Sin embargo, las políticas migratorias restrictivas y las manifestaciones de xenofobia han limitado el proceso migratorio, lo que ha dado lugar al fenómeno de las "personas ilegales" o "sin papeles". A pesar de estas dificultades, los esfuerzos se centran en la cooperación internacional para proteger los derechos humanos de los migrantes y fomentar el desarrollo sostenible de los países de acogida.

Según datos de la ONU, en 2019 había 272 millones de migrantes a nivel mundial, 51 millones más que en el año 2000. Además, cerca de 68 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza, incluyendo refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos. Trágicamente, en 2018, alrededor de 3.400 migrantes y refugiados perdieron la vida en su intento de encontrar un futuro mejor.

El Día Internacional del Migrante es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de tratar a los migrantes con dignidad, respetando su diversidad e inclusión social, y asegurando que puedan migrar de manera segura y regular.