Sofía “Sopa” Buscio, la nueva líder de Gran Hermano, utilizó su poder de manera estratégica en la gala de nominación, sorprendiendo tanto a los participantes como a los fanáticos del reality. Tras imponerse en la prueba del líder con un tiempo récord de 1 minuto y 25 segundos, la licenciada en marketing tomó decisiones que podrían cambiar el rumbo del juego.
En primer lugar, Sofía decidió inhabilitar el voto de Ulises Apóstolo y Giuliano Vaschetto, argumentando que ambos necesitaban más tiempo para mostrarse al público sin perjudicar a otros con sus nominaciones. “Tienen que darse a conocer. Con sus votos puede haber personas afectadas”, explicó.
Luego, “Sopa” utilizó la fulminación, enviando directamente a placa a Renato Rossini y Martina Pereyra. “Son fuertes afuera y quiero tiempo para conocer y dar espacios”, justificó antes de anunciar sus elecciones. Renato aceptó la decisión con calma, mientras que Martina mostró cierta sorpresa al no haber tenido mucho contacto con la líder.
El miércoles, 21 jugadores habilitados pasarán por el confesionario para nominar, mientras que el jueves, Sofía podrá modificar la placa, salvando o subiendo a alguien más. Su estrategia no solo asegura su inmunidad esta semana, sino que marca un punto de inflexión en las dinámicas de la casa más famosa del país.