El mate, emblema de la cultura argentina, no solo es una tradición compartida, sino también una bebida llena de beneficios para la salud. Su capacidad antioxidante, propiedades digestivas y aporte de vitaminas lo convierten en un aliado para el bienestar diario. Pero, al combinarlo con menta, sus virtudes se potencian, añadiendo un toque refrescante y curativo.
La menta, conocida por su aroma intenso y propiedades medicinales, es una hierba con múltiples beneficios. Según Mayo Clinic, es efectiva para aliviar la indigestión, reducir cólicos y mejorar la digestión al relajar los músculos del tracto digestivo. Además, favorece el flujo de bilis y ayuda a descomponer alimentos, aliviando el malestar después de comidas pesadas. Sin embargo, quienes padecen reflujo gastroesofágico deben consumirla con moderación.
Por su parte, el mate es una bebida rica en antioxidantes y minerales como potasio y magnesio. Estudios de la Universidad Nacional de Misiones destacan su capacidad para reducir el estrés oxidativo y regular el colesterol, fortaleciendo la salud cardiovascular. Su bajo contenido calórico lo hace ideal para quienes buscan mantener un peso saludable.
Preparar un mate óptimo requiere ciertos pasos: elegir el recipiente, llenar la mitad con yerba, colocar la bombilla y usar agua a temperatura adecuada (70-80°C). Si se le añade menta, es mejor hacerlo al inicio para integrar bien sus sabores y propiedades.
La combinación de mate y menta no solo deleita al paladar, sino que también mejora la digestión y alivia molestias estomacales, convirtiéndose en una excelente opción para quienes buscan disfrutar de una bebida tradicional mientras cuidan su salud.