Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza en Argentina llegó al 49,9% en octubre de 2024, una cifra que aunque presenta una leve baja respecto a los máximos históricos, continúa siendo alarmante. La pobreza ha mostrado un aumento significativo respecto al 44,7% del tercer trimestre de 2023 y se mantiene cerca del nivel más alto registrado en los últimos años.
Agustín Salvia, director del ODSA, presentó el informe titulado "Deudas sociales en la Argentina del siglo XXI (2004-2024). Fin de ciclo y futuro abierto", en el que destacó que el agotamiento del modelo económico ha llevado al país a un estado de subdesarrollo y pobreza estructural. Aunque la inflación ha descendido en los últimos meses, la calidad de vida de la población sigue sin mejorar, con el aumento de los gastos fijos y la dificultad para acceder a bienes básicos como alimentos y medicamentos.
Uno de los datos más preocupantes es que el 65,5% de los niños y adolescentes en Argentina viven en situación de pobreza, con el 20% de ellos en pobreza extrema. Esta situación ha empeorado desde 2018, poniendo en evidencia la vulnerabilidad de los sectores más jóvenes de la población.
Además, el informe resalta que el 60% de los trabajadores argentinos se encuentran en condiciones precarias o desempleados, con un 23,6% trabajando de manera informal y un 27,8% sin aportes a la seguridad social. También se señaló que uno de cada tres hogares enfrenta inseguridad alimentaria, una situación que refleja la escasez de acceso a derechos básicos en medio de la crisis.
El panorama descrito en el informe de la UCA evidencia que, aunque hay indicios de mejora en algunos indicadores, los desafíos estructurales siguen siendo profundos. La pobreza, el empleo precario y la falta de acceso a servicios esenciales continúan afectando gravemente a millones de argentinos, exigiendo transformaciones profundas para salir del ciclo de crisis.