En diálogo con Radio Facundo Quiroga, Juan Frangioli, voluntario de la fundación que asiste a cerca de 120 comedores barriales, habló de sucesivos robos en los últimos seis meses que incluyen boquetes en las paredes de los galpones para llevarse alimentos no perecederos. “Es un trasfondo complejo, meten a niños por los agujeros, van con sus hijos a robar”, lamentó.

“Venimos sufriendo una cantidad de robos inimaginables en los últimos seis meses. La sofisticación es increíble al punto de boquetes en la pared de nuestro galpón. Lo cuanto con algo de risa por no llorar, pero invitaría a ver los parches de nuestros galpones. Y este fin de semana, que lo tenemos registrado en las cámaras, pasó que metieron a niños por agujeros pequeños. Imaginate el trasfondo de ir con tu hijo a robar, a que te pase la mercadería a través de un agujero. Es algo fuerte de ver”, aseguró.

Comentó que la tarea de los voluntarios es la de ayudar, repartir, “lo hacemos a voluntad a más de 120 merenderos y comedores de gente que conocemos hace años y lo hace a pulmón. Este contraste es desalentador”, expresó

El deposito está en colectora y ruta 11, cerca del crematorio. Está rodeado de monte, de terrenos vacíos. Mencionó que hay muchas denuncias y que también encuentran “pero entendemos que es un problema que escapa incluso a la policía”.

Dijo que, en cada entradera, sustraen entre 100 y 200 kilos, “la mayoría es alimento no perecedero, hacen varias pasadas y quedan en los alrededores bolsas de fideos rotas, es una escena macabra”.