Tras 32 largos años de cautiverio, la elefanta africana Pupy finalmente llegó al Santuario de Elefantes de Mato Grosso, Brasil, para comenzar una nueva vida en semi-libertad. Transportada desde el Ecoparque porteño (ex Zoológico de Buenos Aires), Pupy se fue camino a la libertad. Su destino es un santuario de más de 1000 hectáreas donde podrá recuperar su esencia salvaje y caminar con independencia.
El operativo de traslado fue un esfuerzo conjunto de más de dos años que involucró al Ecoparque, el Senasa, el Ministerio de Agricultura de Brasil (MAPA), la Fundación Franz Weber y Proyecto ELE. El viaje por tierra abarcó aproximadamente 4.000 km, cruzando la frontera por el puente internacional Tancredo Neves. Durante el trayecto, Pupy fue alimentada y monitoreada constantemente por un equipo de veterinarios especializados.
En el Santuario de Elefantes Brasil (SEB), Pupy compartirá su vida con otras cinco elefantas rescatadas: Guillermina, Rana, Maia, Bambi y Mara, esta última también proveniente del Ecoparque desde 2020. Este santuario es el primero de su tipo en Latinoamérica, ofreciendo condiciones de semi-libertad para que los elefantes recuperen sus comportamientos naturales y establezcan vínculos sociales.
Según Alejandra García, coordinadora de Proyecto ELE, en el santuario "los elefantes vuelven a tener estímulos visuales, olfativos y sociales, recuperan la capacidad de tomar decisiones y de vivir en manada". La decisión del traslado se tomó cuidadosamente, esperando el momento en que Pupy estuviera realmente preparada para este gran cambio.
La llegada de Pupy al santuario representa una transformación profunda y un triunfo para las organizaciones que trabajaron incansablemente por su bienestar. Después de décadas de soledad y encierro, esta elefanta africana tendrá la oportunidad de vivir en un entorno más cercano a su hábitat original, marcando un hito en la protección animal en la región.
