La fundadora del Hogar 4 Patitas, María Parra, compartió su perspectiva sobre el trabajo diario de las organizaciones de rescate animal y las difíciles condiciones que enfrentan. "Estamos muy mal acostumbrados a pensar en las mascotas solo cuando son chiquititas, todos lindos, preciosos, pero una vez que crecen, muchas veces los abandonan", reflexionó en Radio Facundo Quiroga, destacando la importancia de comprender que las mascotas requieren un compromiso que va más allá de su apariencia.
El trabajo de los rescatistas es arduo y muchas veces no cuenta con el apoyo necesario por parte del estado. Contó que el rescate de animales se realiza "a pulmón", sin recursos institucionales, dependiendo de la colaboración de la gente. "Yo dejé todo de lado para hacer lo que hago, no tengo vida", expresó.
Uno de los temas más preocupantes que tocó Parra fue el abandono de animales en pésimas condiciones. Recientemente, su organización recibió un llamado de la fiscalía tras el secuestro de 21 perros en el puente Chaco-Corrientes. "Cuando abres la camioneta y ves a esos 21 animales en una caja, te preguntas qué carajos hacen con tantos animales así", comentó, reflejando el horror que causa el hallazgo de animales maltratados y la falta de respuesta adecuada por parte del estado.
La falta de políticas públicas y la desidia del gobierno frente a la sobrepoblación de animales también fueron puntos clave de la conversación. Parra hizo un llamado a la acción, asegurando que "el estado no tiene las herramientas necesarias para enfrentar este problema". En su opinión, el programa provincial de salud animal no ofrece soluciones reales, ya que "no sostiene una cirugía traumatológica a un perro abandonado en la calle", lo que refleja la desconexión entre las políticas anunciadas y las necesidades reales.
Finalmente, la fundadora destacó la importancia de las adopciones responsables. "Nosotros damos en adopción todos los perritos que se pueden, y hacemos un seguimiento constante para asegurarnos de que estén bien", indicó, dejando en claro que el trabajo de rescate no termina con el salvamento de los animales, sino que continúa con su integración en familias que los cuiden y les ofrezcan una nueva oportunidad de vida.
